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El amanecer llanero del 12 de noviembre iluminó los pasillos del Hospital Regional de la Orinoquia con un brillo distinto. No era un día cualquiera. Desde muy temprano, madres y padres llegaron cargando no solo a sus hijos, sino también sus sueños, sus miedos y esa esperanza silenciosa que nace cuando la vida ofrece una segunda oportunidad.
Nosotros, estudiantes de Fonoaudiología de la Universidad de Santander (UDES), llegamos con el corazón acelerado y las manos inquietas, conscientes de que estábamos a punto de vivir algo que trascendería cualquier libro, clase o examen.

La Fundación Dibujando Alegría nos había convocado a una misión que, más que una jornada quirúrgica, se convertiría en una lección de humanidad.
Las horas transcurrieron entre valoraciones, preguntas, historias y miradas que decían más que cualquier diagnóstico. Cada niño o adulto con labio o paladar hendido traía consigo un mundo: el silencio de quien aún no puede pronunciar lo que piensa, la dificultad para alimentarse o el anhelo de una familia que solo quiere verlo crecer sin barreras. Allí entendimos que la voz, la deglución y el lenguaje no son simples funciones; son ventanas a la dignidad y al encuentro con los otros.
Guiados por nuestra docente, Martha Cecilia Gómez Landazábal, y acompañados de un gran equipo de profesionales médicos, cirujanos, anestesiólogos, enfermeros, instrumentadores y odontólogos, descubrimos lo que significa trabajar verdaderamente en conjunto.
Sus saberes y los nuestros encajaban como piezas de un rompecabezas: lo que ellos reconstruían en el quirófano, nosotros lo acompañábamos en el despertar del lenguaje, en la seguridad al tragar y en la preparación para el regreso a casa.

Cada cirugía era un punto de partida, no un final. Después del bisturí llegaba nuestro turno: enseñar a las familias cómo proteger la herida, cómo reintroducir los alimentos y cómo estimular sonidos que tal vez nunca habían sido pronunciados. Algunos padres lloraban al escuchar, por primera vez, una vocal que llevaba meses atrapada. Algunas madres temblaban al ofrecer la primera cucharadita, temerosas pero valientes.
Y sí, estaban las cifras: decenas de consultas, terapias y orientaciones. Pero pronto comprendimos que los números no podían contener lo esencial: la sonrisa de un niño que descubre que puede alimentarse sin dolor; el abrazo interminable de una madre agradecida; la mirada emocionada de un padre que, por primera vez, siente que el camino será un poco más amable.
Los médicos y cirujanos también salían transformados. Uno de ellos comentó que, aunque la cirugía les mostraba el inicio, era en nuestro acompañamiento donde entendían el verdadero impacto de su trabajo.
“La reparación física es solo el primer paso —dijo—. Ustedes nos enseñaron que la verdadera recuperación se mide cuando el niño logra comunicarse, comer, jugar y vivir sin miedo”.
Entre los rostros que pasaron por nuestras manos hubo historias que se quedaron en el corazón. Una de ellas fue la de dos hermanos provenientes del Vaupés, pertenecientes a un grupo indígena que había viajado días para llegar hasta Yopal.
La menor, con labio fisurado, observaba todo con una mezcla de curiosidad y timidez. Su hermano mayor la acompañaba como un pequeño guardián, hablando por ella cuando el miedo la hacía callar. Verlos allí, tan lejos de su territorio y confiando en un hospital desconocido, fue un recordatorio poderoso de que la salud también es un puente entre culturas, un acto de encuentro y de respeto.
También conocimos a un bebé de apenas ocho meses, tan pequeño que parecía perderse entre las sábanas. Era increíble observar cómo, después de la cirugía, un simple gesto —como intentar succionar— se convertía en un acto de valentía. Su sonrisa todavía hinchada, todavía nueva, nos enseñó que a veces el cambio más grande cabe en el cuerpo más pequeño.

Pero no todos eran niños. También llegaron adultos con historias escritas en cicatrices. Recordamos especialmente a un hombre de 29 años que había pasado por más de diez cirugías desde que tenía solo seis meses.
Su voz era serena pero cargada de cansancio. Sin embargo, cuando recibió la noticia de que esta podría ser su última intervención, sus ojos se llenaron de un alivio indescriptible. Para él, cada cirugía era un capítulo más en la búsqueda de una vida sin estigmas, sin miradas incómodas y sin explicaciones constantes.
Y apareció también la historia de un joven que, a pocos meses de casarse, buscaba algo más que una corrección estética: quería recuperar la seguridad que un día perdió frente al espejo. Su emoción al imaginarse caminando hacia el altar sin temor, con la frente en alto, nos recordó que la fonoaudiología y la cirugía también pueden ser actos de amor propio, puertas hacia una autoestima renovada.

Al terminar la jornada estábamos exhaustos. Pero era un cansancio dulce, de esos que solo llegan cuando se ha entregado el alma. Caminamos hacia la salida sabiendo que ya no éramos los mismos. Habíamos visto la vulnerabilidad, la resistencia, la ternura, el dolor y la esperanza mezcladas en una semana que quedaría grabada para siempre.
“Dibujando Alegría” no fue solo una fundación. Fue una experiencia que nos mostró que la fonoaudiología es, ante todo, un acto de humanidad: un puente entre la ciencia y el corazón. Entendimos que acompañar a un niño a pronunciar su primera sílaba o a tomar su primer sorbo después de una cirugía es, en realidad, acompañarlo a recuperar su lugar en el mundo.
Aquella semana comprendimos que la alegría no se fabrica con herramientas ni se traza con precisión; nace del tiempo que damos, de la escucha genuina, de la empatía que ofrecemos y de ese impulso profundo de hacer del mundo un lugar más cálido y luminoso.
Escrito por: Edwin Alberto Carvajal Rodríguez y Oscar Javier Valencia Barrera
El pasado miércoles 12 de noviembre de 2025, en las instalaciones de la Universidad de La Salle en Bogotá, se llevó a cabo la ceremonia de reconocimiento en el marco del VII Encuentro Nacional de la Red CIESD y del Primer Encuentro Nacional de Rectores y Directivos por la Educación Superior Inclusiva.
En este escenario, la Universidad de Santander (UDES) fue destacada como una institución que inspira al país por su liderazgo en la Red Colombiana de Instituciones de Educación Superior para la Discapacidad (Red CIESD).
A su vez, el Programa de Acompañamiento para el Ingreso y Permanencia Estudiantil (PAIPE) recibió un Reconocimiento y Exaltación Nacional por su labor en la permanencia estudiantil, el acompañamiento integral y la promoción de una educación superior inclusiva en Colombia.
La exaltación fue recibida por Silvia Juliana Suescún Garcés, directora de PAIPE y Desarrollo Estudiantil.

Este reconocimiento fue otorgado por la Red CIESD, en conjunto con el Ministerio de Educación Nacional, el Ministerio de Igualdad y Equidad, el MinTIC y la Fundación Saldarriaga Concha.
Durante el acto, las entidades resaltaron el “sobresaliente liderazgo del Programa PAIPE y su contribución a la permanencia estudiantil”, subrayando el impacto de la estrategia PermaneSer en el progreso, la continuidad y el éxito académico de los estudiantes UDES.
Asimismo, destacaron que este modelo se ha consolidado como un referente nacional para el fortalecimiento de la Educación Superior Inclusiva. En el evento también se presentó un póster sobre la experiencia de formación profesoral UDES, en la ruta formativa Inclusión, Ciudadanía y Diversidad, durante el periodo 2024 y 2025-A.
En este proceso se capacitaron más de 600 profesores multicampus.
El póster fue elaborado por la profesora María Isabel Pinzón Ochoa, coordinadora nacional de la Red CIESD; María Constanza Villamizar García, del programa de Fisioterapia; y Silvia Juliana Rueda Pardo, directora de Desarrollo Profesoral.
Este reconocimiento reafirma a la Universidad de Santander como una Institución comprometida con la permanencia y la equidad educativa, capaz de generar oportunidades reales para garantizar el acceso, el avance y la graduación de todos sus estudiantes, sin distinción.
Pocos saben que, en una cirugía cardíaca, es un perfusionista quien sostiene la vida del paciente mientras su corazón se detiene. Ese fue el escenario que transformó para siempre la visión profesional de Harold Giovanni Vivas López, graduado de la Especialización en Cuidado Crítico para el Adulto de la Universidad de Santander (UDES), quien descubrió en esta discilplina una combinación perfecta entre la ciencia, la precisión y la profunda humanidad que requiere acompañar a una persona en sus momentos más vulnerables.
Su vocación se consolidó en 2016, cuando realizó un semestre académico en Buenos Aires y tuvo la oportunidad de ingresar al Instituto Cardiovascular de Buenos Aires (ICBA).
Allí presenció cirugías cardíacas, recorrió unidades de cuidado intensivo con tecnología avanzada y comprendió el rol determinante que desempeña la enfermería en estos escenarios.
Ese encuentro con el corazón, literal y simbólicamente, despertó un interés profundo por la perfusión y los entornos de alta complejidad, un campo que describe como “místico, sagrado y lleno de aprendizajes”.

Con el paso del tiempo, Harold asumió los retos propios de una profesión que avanza rápidamente. Aunque la formación en perfusión ha crecido en Colombia, las oportunidades laborales aún no siguen el mismo ritmo, lo que exige disciplina y un compromiso constante por destacarse. Aun así, él encuentra en esta área una enorme satisfacción.
“Trabajar en equipo, enfrentar situaciones quirúrgicas críticas y ver a un paciente recuperarse gracias a una intervención segura es una sensación indescriptible”, afirma.
Y añade una convicción que guía su ejercicio diario:
“Poner una vida y un corazón en nuestras manos hace que todo valga la pena”.
Su formación en la UDES fue clave para fortalecer esa visión. La Especialización en Cuidado Crítico para el Adulto le ofreció bases científicas sólidas, escenarios reales de práctica y la guía de profesores con amplia experiencia clínica e investigativa.
Durante su proceso académico, trabajó con tecnologías como ECMO y Hemodinamia, aprendió a tomar decisiones rápidas y fundamentadas, y desarrolló la capacidad de interpretar evidencia científica para aplicarla en beneficio del paciente.
“La UDES me ayudó a consolidar mi pensamiento crítico, mi enfoque ético y mi compromiso con la calidad del cuidado”, destaca.
Además de su labor asistencial, Harold ha construido un camino importante en la investigación. Su primer estudio abordó la salud mental del personal de UCI durante la pandemia, visibilizando los niveles de ansiedad y depresión a los que se enfrentaron los equipos de cuidado crítico. “Hablar de lo que sentimos también es cuidar”, explica.

Recientemente, finalizó una investigación sobre la praxiografía del cuidado de enfermería en circulación extracorpórea, un enfoque que, como él explica, “permite mirar de cerca cómo cuidamos realmente, más allá de los protocolos”.
Se trata de una forma de narrar y comprender las prácticas cotidianas de enfermería tal como ocurren en la realidad, lo que permite revelar gestos, decisiones, relaciones y saberes que usualmente no quedan registrados en los informes técnicos.
Mirando hacia el futuro, Harold quiere seguir creciendo en el ámbito clínico y consolidarse como un profesional de excelencia en el cuidado crítico del adulto.
Aspira a continuar investigando temas como la salud mental del personal de enfermería, la humanización del cuidado y la praxiografía en contextos de alta complejidad. También sueña con aportar a la formación de nuevas generaciones desde la enseñanza, promoviendo el pensamiento crítico y el liderazgo en los escenarios clínicos.
A los estudiantes y graduados de la Universidad de Santander les deja un mensaje que resume su filosofía profesional:
“La enfermería va más allá de la técnica. Es una vocación que exige sensibilidad, compromiso y un profundo respeto por la vida. Nunca dejen de aprender, de investigar y de cuidar con el corazón”.
Escrita por: Andrea Chinchilla
Los estudiantes del programa de Administración de Negocios Internacionales de la Universidad de Santander (UDES) presentaron en el Departamento Administrativo Nacional de Estadística (DANE) en Bucaramanga los resultados finales del curso “Microdatos, Datos y Actores: Comercio Internacional”, una jornada académica en la que socializaron los proyectos de análisis de datos desarrollados a lo largo del semestre.

El encuentro evidenció el proceso formativo de los participantes, quienes aplicaron los conocimientos adquiridos en temas de estadística, comercio exterior y análisis económico, utilizando microdatos e información oficial para sustentar sus conclusiones. A través de sus exposiciones, los estudiantes demostraron dominio en la interpretación de cifras, elaboración de reportes y la formulación de propuestas basadas en evidencia, reflejando el trabajo en equipo y la rigurosidad académica que caracterizó el desarrollo del curso.
El taller fue orientado por Pablo Santiago Cárdenas Moreno, quien brindó herramientas para el manejo de bases de datos, la comprensión de indicadores y la generación de análisis comparativos que permiten entender las dinámicas del comercio internacional.
Durante la jornada también participaron los profesores Ricardo Galván y Eisten Basto, quienes acompañaron a los grupos en el proceso de preparación y destacaron la pertinencia de la actividad como ejercicio aplicado en la formación profesional.
La articulación entre la academia y una entidad de referencia nacional en el manejo de la información estadística, fortalece las capacidades analíticas de los estudiantes y su comprensión del papel de los datos en la toma de decisiones estratégicas dentro del contexto económico global.
La Universidad de Santander (UDES) se consolidó como una de las instituciones más destacadas del deporte universitario nacional al obtener 26 medallas —11 de oro, 4 de plata y 11 de bronce—en los Juegos Universitarios ASCUN 2025. Estos resultados reafirman el liderazgo de la UDES en distintas disciplinas y reflejan su compromiso con la formación integral de sus estudiantes.
Desde los campus Bucaramanga, Cúcuta y Valledupar, los representantes de la institución alcanzaron podios en patinaje, levantamiento de pesas, natación, atletismo, karate do, taekwondo, ajedrez y judo, demostrando el talento, la disciplina y la pasión que caracterizan al deporte UDES.
Andrea Carolina Ortiz Mizar, estudiante de la Maestría en Gestión de Servicios de Salud (Bucaramanga), se consolidó como una de las grandes figuras del certamen al obtener tres medallas de oro en la categoría 71 kg femenina, reflejando su excelente nivel competitivo y la preparación física que distingue a los deportistas UDES.
Fotografía: Juan David Pinzón
El patinaje fue una de las disciplinas más exitosas para la institución:
Fotografía: Juan David Pinzón
Karen Julieth Moreno Bareño (Fisioterapia – Bucaramanga) obtuvo tres medallas de oro en las pruebas de 10.000 metros eliminación individual, 1.000 metros sprint y relevos 3.000 metros, además de una medalla de bronce en 5.000 puntos individual.
Andrea Juliana Herrera Herrera (Fisioterapia – Bucaramanga) consiguió una medalla de oro en relevos 3.000 metros, una de plata en 200 metros meta contra meta, y una de bronce en 10.000 metros eliminación individual femenina.
Diana Yurley Buitriago (Instrumentación Quirúrgica – Bucaramanga) integró el equipo campeón de relevos 3.000 metros, logrando una medalla de oro.
Fotografía: Juan David Pinzón
Desde el campus Cúcuta, Sarah Nelyreth Patiño Arévalo (Medicina) alcanzó una medalla de plata en la prueba de 500 metros más distancia.
En las piscinas, Sergio David Valbuena Cortez (Mercadeo y Publicidad – Bucaramanga) brilló con una medalla de oro en 400 metros combinado y una de plata en 100 metros mariposa, ratificando su compromiso con la excelencia deportiva.
Fotografía: Juan David Pinzón
Pedro Luis Ayala Carreño, estudiante de Ingeniería de Software (Bucaramanga), obtuvo una medalla de bronce en lanzamiento de martillo masculino, aportando al medallero institucional en las pruebas de campo.
Fotografía: Juan David Pinzón
En esta disciplina, Jhon Sebastián Díaz Betancourt (Medicina – Bucaramanga) logró medalla de bronce en la categoría -84 kg, destacándose por su técnica y constancia.
Fotografía: Juan David Pinzón
El taekwondo fue otra de las disciplinas en las que la Universidad de Santander dejó en alto su nombre, gracias a un equipo que mostró carácter, técnica y determinación en cada combate. Los representantes de la institución lograron subir al podio en varias categorías, consolidando a la UDES como una de las delegaciones más fuertes del torneo en esta modalidad.
Juan Andrés García Amado (Medicina Veterinaria – Bucaramanga) obtuvo una medalla de oro, destacándose por su fortaleza y precisión técnica.
Nicolle Sharith Bueno Guerra (Psicología – Bucaramanga) alcanzó una medalla de plata, mostrando gran nivel competitivo.
Génesis Villasmil Salazar (Medicina Veterinaria – Bucaramanga) se quedó con una medalla de bronce, aportando al medallero institucional.
Jesús David Pedraza Pedraza (Ingeniería de Software – Bucaramanga, noveno semestre) consiguió una medalla de bronce, consolidando una destacada participación del equipo UDES en esta disciplina.
Fotografía: Juan David Pinzón
María Paula Hernández Fonseca (Ingeniería de Software – Bucaramanga) sumó dos medallas de bronce en ajedrez clásico y rápido, aportando al medallero y demostrando estrategia y concentración en el tablero.
Fotografía: Juan David Pinzón
Silvia Camacho Rivero (Medicina Veterinaria y Zootécnica – Valledupar) obtuvo medalla de bronce en la categoría -48 kg, reflejando su preparación y disciplina en este deporte de combate.
Fotografía: Juan David Pinzón
Los resultados obtenidos reflejan la fortaleza del programa deportivo institucional y el esfuerzo de cada estudiante que combina su formación académica con la pasión por el deporte.
La Universidad de Santander felicita a sus deportistas por dejar en alto el nombre de la institución y demostrar que la disciplina, el compromiso y el trabajo en equipo son la clave del éxito.
Del 7 al 10 de octubre de 2025, un grupo de estudiantes semilleristas de la Universidad de Santander (UDES) participa como ponente en el XXVIII Encuentro Nacional y XXII Encuentro Internacional de Semilleros de Investigación (ENISI 2025), uno de los escenarios más importantes para la divulgación científica en Colombia y América Latina. El evento, organizado por la Red Colombiana de Semilleros de Investigación (RedCOLSI), se realiza en las instalaciones de la Corporación Universitaria Minuto de Dios (Uniminuto), en Bogotá, y reúne a jóvenes investigadores de todo el país, así como delegaciones internacionales.

La delegación de la UDES está integrada por estudiantes de semilleros de investigación provenientes de los campus de Cúcuta, Valledupar y Bucaramanga, quienes presentan un total de 58 trabajos de investigación desarrollados en diferentes áreas del conocimiento. Estas ponencias son el resultado de procesos de investigación formativa adelantados durante meses por los semilleros, con el acompañamiento de profesores y tutores que orientan su trabajo en la búsqueda de soluciones innovadoras, sostenibles y con impacto social.
La participación institucional en el ENISI 2025 evidencia el crecimiento y la consolidación de la cultura investigativa al interior de la Universidad de Santander. Cada proyecto presentado representa un avance en la generación de conocimiento que responde a desafíos locales, regionales y nacionales, en campos estratégicos como la salud pública, el medio ambiente, las ciencias sociales, la ingeniería, la educación, la innovación tecnológica y la sostenibilidad.
Durante las jornadas académicas, los estudiantes exponen sus proyectos ante pares evaluadores, jurados nacionales e internacionales, y representantes de diversas instituciones de educación superior. Esta interacción les permite no solo divulgar los avances de sus investigaciones, sino también recibir retroalimentación valiosa que fortalece sus habilidades científicas, argumentativas y comunicativas, elementos fundamentales para su desarrollo profesional.

El ENISI, que desde hace más de dos décadas impulsa la formación de jóvenes investigadores, se ha consolidado como una plataforma que promueve la excelencia académica, la articulación interinstitucional y la construcción de redes de conocimiento. A través de conferencias magistrales, mesas temáticas, espacios de diálogo y actividades culturales, los participantes tienen la oportunidad de intercambiar experiencias, identificar oportunidades de cooperación y ampliar su visión sobre los retos globales que enfrenta la ciencia contemporánea.
La presencia de la UDES en este escenario reafirma el compromiso institucional con la investigación como eje fundamental de su modelo educativo. Para la universidad, los semilleros de investigación no son únicamente espacios extracurriculares, sino escenarios estratégicos de formación en los que se estimula el pensamiento crítico, la creatividad, la rigurosidad metodológica y el trabajo colaborativo.
Además de representar a sus facultades y programas académicos, los estudiantes que participan en el ENISI 2025 también se convierten en embajadores de la Universidad de Santander en un entorno académico de alto nivel, proyectando su talento, liderazgo y capacidad de contribuir con ideas innovadoras a la solución de problemas reales. Esta experiencia fortalece su perfil profesional y les brinda herramientas para continuar su formación en investigación a nivel nacional e internacional.

El Encuentro Nacional e Internacional de Semilleros de Investigación es reconocido por su impacto en la construcción de una comunidad científica joven, diversa y dinámica que aporta significativamente al desarrollo del país. Al ser parte de este espacio, la Universidad de Santander contribuye de manera activa a la formación de una nueva generación de investigadores comprometidos con el avance del conocimiento y la transformación social.
Con su participación en el ENISI 2025, la UDES le apuesta a la investigación como motor de desarrollo y su compromiso con el fortalecimiento de una cultura científica sólida, abierta y participativa, que permita seguir construyendo un país más innovador, competitivo y equitativo.
Por: Edwin Solano
Bucaramanga se conviertió en epicentro de la investigación médica al acoger el Congreso en Manejo de la Hipertensión Arterial y Prevención de Riesgo Cardiovascular, organizado por el Instituto MASIRA de la Facultad de Ciencias Médicas y de la Salud de la Universidad de Santander (UDES).
Este importante evento científico se desarrolla bajo el lema "Conectando conocimientos y transformando vidas".
Durante el 10 y 11 de abril, profesionales de la salud de diversas disciplinas se reúnen en el Hotel Chicamocha para participar en estas jornadas que buscan compartir los avances en estrategias para el control de la hipertensión arterial, principal factor de riesgo para el desarrollo de enfermedades cardiovasculares.
"Este congreso surge en el contexto de dos estudios desarrollados por el Instituto MASIRA que evalúan la implementación de estrategias innovadoras para el control de la hipertensión arterial", explicó José Patricio López López, director de la Unidad de Diseño y Desarrollo del Instituto.
Según el experto, el deficiente control de la hipertensión arterial en Colombia y Latinoamérica ha motivado la búsqueda de nuevos enfoques. "Estamos evaluando estrategias innovadoras basadas en equipos colaborativos, conformados por personal médico y no médico, que trabajan conjuntamente en el control de la presión arterial", señaló López.
Una característica distintiva del congreso es su enfoque multidisciplinario. "La invitación incluye no solo a médicos, sino también a enfermeros, auxiliares de enfermería y todo el equipo de salud, incluyendo gerentes. Hemos encontrado que el trabajo en equipo es lo que realmente ayuda a controlar la hipertensión arterial", destacó el Director.
Como antesala al evento principal, se realizó un precongreso donde los participantes pudieron conocer en detalle cómo se crea un modelo multicomponente para el control de la hipertensión arterial a través de diferentes estaciones prácticas.
Los estudios presentados durante el congreso, que llevan aproximadamente cuatro años de desarrollo, han arrojado resultados prometedores que podrían tener un impacto significativo en la salud pública. "Además de compartir estos resultados, hacemos un llamado a implementar estas estrategias en los diferentes centros de atención primaria en Santander y en toda Colombia", señaló López.
El congreso se enmarca en la ciencia de implementación, disciplina que busca aplicar los hallazgos de la investigación en contextos reales. "Estamos demostrando que esta intervención funciona en la vida real y puede ser muy efectiva", concluyó López.
Para quienes estén interesados en actualizarse sobre las últimas estrategias para el manejo de la hipertensión y la prevención de enfermedades cardiovasculares, este congreso representa una oportunidad invaluable de aprendizaje.
Eduardo Luis Quintero Cerchiaro, miembro de la comunidad Wayúu y perteneciente al Clan Epieyu, se convirtió en el primer médico graduado de la Universidad de Santander, UDES, campus Valledupar, marcando un hito en la historia de esta institución educativa.
Con tan solo 23 años, Eduardo Luis proviene del pueblo indígena Ceura, situado en el kilómetro 46 de la vía entre Riohacha y Maicao. Su comunidad habita las áridas llanuras del norte de Colombia, donde los fuertes vientos y la resiliencia cultural han definido su identidad ancestral.
La ceremonia de graduación estuvo cargada de emotividad y orgullo, ya que el nuevo profesional se presentó con su ‘shepara’, el vestido de gala que caracteriza a los hombres de esta comunidad indígena. Más allá de la singular toga, su grado trascendió lo académico para convertirse en un símbolo del poder transformador de la educación y del respeto hacia las culturas ancestrales.
(Lea también: ¡Qué orgullo! Programa de Fonoaudiología de la UDES recibió Acreditación en Alta Calidad)

Voz del nuevo profesional
“Emprendí este sueño de ser médico desde temprana edad, inspirado por las necesidades de mi comunidad. Hoy, como el primer médico occidental de mi pueblo, deseo utilizar mis conocimientos y herramientas para ayudar a mi gente”, expresó Eduardo Luis durante su discurso de graduación.
El joven también hizo un llamado a sus compañeros indígenas: “Invito a todos a sentirse orgullosos de nuestra cultura y tradiciones, y a representar nuestra tierra con dignidad. Agradezco a la UDES por valorar y apoyar mi identidad indígena, brindándome un espacio y garantizar un entorno inclusivo donde puedo ser yo mismo, sin importar las diferencias”.
Eduardo Luis resaltó la importancia del respeto a las raíces culturales, afirmando: “Me siento agradecido por la oportunidad de compartir mi historia y contribuir al enriquecimiento de nuestra comunidad universitaria. Este logro no es solo mío, es también de mi pueblo”.
Evocó la memoria de su abuelo, Germán Aguilar, Putchipuu: “Él siempre nos enseñó el valor de la ‘wayuwaa’, que significa sentido de pertenencia. Este logro es también un homenaje a su legado”.
La presencia de Eduardo Luis en la ceremonia ejemplificó el concepto de ‘soberanía móvil’ de los Wayuu, que alude a su capacidad para mantener viva su identidad en un mundo cambiante. Integrar su herencia cultural con su formación profesional es un ejemplo de armonía entre tradición y modernidad.
Eduardo Luis compartió sus planes futuros, destacando su intención de realizar el año rural en la ciudad de Uribia, conocida como la capital indígena de Colombia, con el propósito de fortalecer la salud de su comunidad. Además, aspira a especializarse en medicina interna y subespecializarse en infectología, entre otras cosas, para combatir las enfermedades infecciosas que afectan al pueblo Wayuu.
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Un logro personal y colectivo
Eduardo Luis es uno de los 23 estudiantes que culminaron exitosamente el programa de Medicina de la UDES, reconocido por su enfoque en el cuidado integral de la salud y la formación humanística y científica. Su graduación no solo representa un logro personal, sino también un motivo de orgullo para la comunidad Wayúu, una etnia binacional que ha preservado su identidad cultural a lo largo del tiempo.
En palabras del presidente de la UDES, Fernando Vargas Mendoza, “este hito reafirma el compromiso de la universidad con la inclusión y la excelencia académica. Con la primera generación de médicos formados en Valledupar abrimos un nuevo capítulo en nuestra misión de formar profesionales capaces de transformar sus comunidades y contribuir al desarrollo del país”.
“El caso de Quintero Cerchiaro es un testimonio del poder de la educación para superar barreras y un llamado a valorar el aporte de los pueblos indígenas en la construcción de una sociedad más equitativa. Como el primer médico Wayúu graduado en la UDES Valledupar, Eduardo Luis inspira a las nuevas generaciones a soñar con un futuro donde la identidad cultural y la educación trabajen juntas para construir un mundo más inclusivo”, puntualizó Vargas Mendoza.
(Lea también: Video: Nuevos graduados UDES comprometidos con el desarrollo del oriente colombiano)
Por: Vanguardia
La Universidad de Santander (UDES) alcanzó un hito significativo en su trayectoria académica al obtener la acreditación institucional internacional multicampus otorgada por la Education Quality Accreditation Agency (EQUAA). Este logro consolida su posición como una institución de educación superior comprometida con la calidad y la excelencia académica.
Esta prestigiosa acreditación, que evalúa de manera integral la calidad educativa, fue concedida tras un riguroso proceso de evaluación que abarcó los tres campus de la universidad: Bucaramanga, Valledupar y Cúcuta. El modelo de acreditación de EQUAA promueve la mejora continua de las instituciones y contempla cinco niveles de acreditación: 1 estrella representa el nivel básico de cumplimiento al completar el proceso, mientras que 5 estrellas certifican los más altos estándares de calidad.
Tras la visita a los tres campus y la revisión del informe de autoevaluación presentado por el equipo de acreditación de la UDES, el Comité de Pares Evaluadores Internacionales y el Consejo de Acreditación otorgaron a la UDES la acreditación internacional con el nivel Platinum Class (4 estrellas) por un período de cinco años.
La acreditación multicampus no solo valida los procesos educativos de la UDES, sino que también la posiciona como un referente de calidad en la educación superior de Colombia.
El modelo de acreditación de EQUAA evalúa diversos aspectos institucionales, tales como la calidad de los procesos de enseñanza, los servicios de soporte e infraestructura, la calidad de la investigación y la producción intelectual, la inclusión social, los procesos de extensión, y la internacionalización como un eje transversal a las funciones sustantivas.
Este reconocimiento internacional fortalece el prestigio de la UDES y beneficia directamente a su comunidad académica, compuesta por estudiantes, profesores, personal administrativo y graduados. Además, representa un aporte significativo al desarrollo de la educación superior en la región nororiental de Colombia.
La obtención de esta acreditación reafirma el compromiso de la UDES con la formación integral de profesionales de excelencia y su contribución al desarrollo social y económico del país.
El pasado 11 de noviembre, en la Universidad de Santander (UDES) concluyó con éxito la cohorte XV del Diplomado en Formación de Verificadores para el Cumplimiento de Condiciones de Habilitación de Prestadores de Servicios de Salud, avalado por el Ministerio de Salud.
Este curso, dirigido a profesionales externos, graduados y estudiantes de último semestre en disciplinas relacionadas con la habilitación y prestación de servicios de salud, responde a la necesidad de capacitar a los diversos actores del sector de la salud.
El diplomado ofrece una formación esencial para que estas instituciones y profesionales puedan cumplir con los criterios de evaluación, incluyendo capacidad técnico-administrativa, suficiencia patrimonial y financiera, y capacidad tecnológica y científica, manteniéndose en el Sistema Obligatorio de Garantía de Calidad de la Atención en Salud.
Así las cosas, esta iniciativa tiene como objetivo principal formar integralmente a profesionales como verificadores del cumplimiento de condiciones y estándares de habilitación, siguiendo las obligaciones normativas, competencias y lineamientos establecidos por Gobierno Nacional.
Valledupar
Coordinación de Graduados
Tel. (+57) (605) 5742677
Ext. 135
Carrera 6 No. 14 – 27
Sede A Bloque C
Universidad de Santander UDES. Vigilada Mineducación.
Resolución otorgada por el Ministerio de Educación Nacional: No. 6216 del 22 de diciembre de 2005 / Personería Jurídica 810 de 12/03/96.
Institución sujeta a inspección y vigilancia por el Ministerio de Educación Nacional. Resolución 12220 de 2016.
Notificaciones administrativas y judiciales:
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